Como inicio, me gustaría mencionar que la pandemia no se trata de un proceso emocional lineal, ni es sólo un ciclo.
Es la suma de altas y bajas dependiendo de la etapa en la que nos encontremos.
Al inicio comenzó siendo un cambio radical en el estilo de vida que llevábamos, una serie de cambios y pérdidas que se fueron sumando. Y al ser un suceso tan repentino, nuestra mente requirió de tiempo para ir adaptándose y resolviendo situaciones que se llegaron a presentar.
Pero no porque ya te adaptaste significa que ya haya acabado el proceso.
Puedes estar aún apenas pasando por un proceso de adaptación al cambio cuando ya se viene una nueva etapa. Pudo ser que estás regresando a trabajar o la comunidad te demanda que inicies de nuevo ciertas actividades y es ahí donde emocionalmente el proceso vuelve a iniciar.
Estás siendo retado a adaptarte a muchos cambios que se suscitan al mismo tiempo.
Sin embargo, rara vez nos detenemos a observar cuál es el efecto de estos cambios en nosotros y nuestro nivel de exigencia.
No solo eso, si a esto le sumamos que en estos meses hemos tenido que lidiar con la pérdida de un ser querido o desequilibrio en áreas de tu vida sea la económica, familiar, laboral, social o de salud, el camino se puede complicar aún más.
Por eso es importante poder re-significar el tema del estrés y la ansiedad ante la emergencia sanitaria por el COVID-19 y la “nueva normalidad”.
¿A qué me refiero con esto?
Es momento de evaluar cómo ha afectado la pandemia en la manera:
- En la que te comportas
- En la que te sientes emocionalmente
- En la que te sientes físicamente
- En la que llevas tus relaciones
- En la que piensas
Esto con el fin de poder determinar la respuesta normal ante un hecho anormal.
¿Cómo te está afectando la pandemia en la manera en que vives tu vida?
Algo importante de recordar es que la incertidumbre en estos momentos es algo esperado, y que no significa que tenga un efecto negativo en nuestra vida.
Podemos exponernos gradualmente a situaciones que nos generan angustia, sin resistirnos de manera general al cambio.
¿Cuáles han sido tus aprendizajes a lo largo de esta pandemia? y ¿cómo pueden ayudarte a retomar tus actividades actualmente?, son algunas de las preguntas que puedes hacerte para observar con qué recursos cuentas en el regreso a esta “nueva normalidad”.
Es importante reconocer cuales en este momento están siendo tus estresores para poder tomar acción en ellos desde la validación de tus emociones y las posibles soluciones a lo que actualmente te pueda estar quitando el sueño.
Está bien no sentirse bien todo el tiempo, observar nuestra montaña rusa emocional y saber en qué momento nos encontramos; sin embargo, si detectas que cada vez te cuesta más trabajo levantarte y continuar con tu día a día, pudiendo tener un problema de depresión o ansiedad, siéntete con la confianza de pedir ayuda, sea de familiares, amigos, pareja o de un especialista.
No tenemos que esperar a que sea un problema para comenzar a manejarlo.
Artículo escrito por
Psicóloga Rosa Aguilera
Psic. Mtra. Terapia Racional Emotiva y especialización Hospitalaria
Cédula Profesional: 10013331
Contacto: psicrossyaguilera@gmail.com
Instagram: @psic.sos